sábado, 20 de abril de 2013

"Julián, el suegro de Juan Bernardino Arrúe"


Dentro del manto de olvido y silencio que ha caído sobre muchos gestores de la Independencia nacional, podemos rescatar la singular figura del General Julián Laguna Delgado-Melilla, distinguido militar de las luchas por la Independencia, cuya gravitación en el período de la patria vieja constituyeron episodios dignos de ser destacados y valorados.

En Colonia del Sacramento, el 15 de abril de 1782 nace este benemérito militar, siendo el quinto hijo de don Hermenegildo Laguna y de Vera,- estanciero en el Rincón de las Gallinas y Molles-, y de doña Teodora Antonia Delgado-Melilla y de Saá, de quien cabe destacar que era tía carnal de doña Bernardina Josefa Agustina Delgado-Melilla y Hernández Ferrás, casada el 9 de abril de 1823 con el ganadero Eugenio Lorente, matrimonio con principal descendencia; y del estanciero y distinguido militar de la Independencia, el Gral. Pedro Delgado-Melilla y Hernández Ferrás, héroe de la Batalla de Ituzaingó, Rincón y Sarandí. A él es que la ciudad de San Pedro de Durazno le debe el delinamiento de su planta urbaba realizada en 1821, siendo recordado por el nomenclátor de dicha ciudad. Este ilustre ciudadano se había casado en Canelones el 2 de mayo de 1818 con María Lizarda de Oyarzábal y Barragán, siendo padres de Delfina Delgado-Melilla Oyarzábal, quien formó otro entronque patricio al entregar su mano en matrimonio a don Juan José Facundo Aguiar y Medina; Gregoria Delgado-Melilla Oyarzábal, y Justina Delgado-Melilla Oyarzábal, ambas hermanas casadas consecutivamente con don Felipe Wenceslao Hermógenes Regules López de los Ríos, siendo ascendentes en el Río de la Plata de las familias: Regules Delgado-Melilla; Moratorio Regules; Regules Mendilaharsu; de Tezanos Regules; Lerena Regules; de Yéregui Lerena; de Yéregui Montero; Regules Larriera; Castellanos Regules; Márquez Castellanos; Regules Fernández; Regules Reyes Lerena; Regules Rospide; Sheppard Regules; Regules Rücker; Echeverria Regules; Arechavaleta Echeverria; Arechavaleta Ferber; Lavista Arechavaleta; Ramela Regules; Vázquez-Barriere Ramela; Ramela de Anchorena; Gruss Ramela; Regules Zabaleta; Regules Ponce de León; Regules Ameglio; Regules Behrens; Regules Zorrilla de San Martín; Pueyrredón Regules; García-Mansilla Pueyrredón; García-Mansilla Anchorena; Gabastou Pueyrredón; Santamarina Gabastou; y Segura Pueyrredón, entre otras.
De los seis hermanos que tuvo don Julián, de tres de ellos queda mayor registro, Juan Pablo Laguna y Delgado-Melilla, nacido el 20 de junio de 1767, recordado constituyente de 1830, diputado por Soriano a la 1ª Asamblea General Constituyente y Legislativa a quien una calle del nomenclator capitalino recuerda; Angela Antonia Ramona Laguna y Delgado-Melilla, nacida el 22 de abril de 1774; y Juana María Laguna y Delgado-Melilla, quien formó un principal hogar al entregar su mano en matrimonio a Bartolomé Ortiz Luro, nacido en 1761. De este matrimonio fueron hijos: Ignacia Ortiz Laguna, casada con el militar blanco, estanciero y saladerista don Felipe Argentó Martí, célebre por su participación en las guerras civiles del Uruguay durante el siglo XIX, siendo en la Guerra Grande encargado de la Defensa de Paysandú. De esta unión nacen dos hijos, Aniceto Felipe Bartolomé Argentó Ortiz, casado con su tía carnal, María Ortiz Laguna; y de Francisco del Corazón de Jesús Argentó Ortiz, nacido el 4 de junio de 1842, Defensor de la Plaza Sanducera en 1865, Perito en Ciencias Económicas, asesor de numerosas empresas, sociedades anónimas y jerarca del desaparecido Banco Nacional. En Montevideo, el 27 de enero de 1872 contrajo matrimonio con Amelia Paullier y Mathon, -(hija de Antonio Paullier Brun, recordado constructor del Templo Inglés, importante obra edilicia levantada en Montevideo durante la Guerra Grande junto al Cubo del Sur por iniciativa de la colectividad británica- y de doña Paulina Clemencia Francisca Mathon Laclair). Del matrimonio de Francisco y Amelia nace Amelia Argentó Paullier, quien se casa casada con su primo 2do, Máximo Ribero Argentó; Francisco Argentó Paullier; y Felipe Antonio Eleuterio Argentó Paullier, nacido en Montevideo el 20 de febrero de 1882.

Cabe resaltar que don Julián era sobrino paterno de don Juan Miguel Laguna y de Vera, casado con doña Lucía de Lugo y Bravo, padres éstos de doña Rufina Antonia Laguna y Lugo, nacida el 12 de junio de 1774, luego unida en matrimonio con don José Rondeau, quien fuera dos veces Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Gobernador y Capitán General Provisorio del Estado Oriental del Uruguay desde 1828 a 1830. De esta ilustre unión descienden las familias: Márques Muñoz; Muñoz Oribe; Biraben Muñoz; Biraben Álzaga; Álvarez Muñoz (clan Susviela); Álvarez Montero Zorrilla; Stewart Biraben; Stewart Reyes; Derqui Muñoz; Mansilla Derqui; Mansilla Del Campo; Mansilla Lanusse; Del Campo Mansilla; Del Campo Menéndez; Mackintosh Derqui; Muñoz Maines Rodríguez-Larreta; Muñoz Larreta; Muñoz Larreta Vargas-Guillemette, Marques Maines; Marques Maza; Lessa Marques; Lessa Marques Seré; Ruete Marques; Ruete Seré; Ruete Sanguinetti; Ruete Oddo; entre otras).
Sus abuelos paternos se llamaron, don Andrés de la Cruz Laguna y doña Antonia Josefa de Vera y Padrón, y por su lado materno era nieto de doña Agustina Antonia de Saa y Suárez de León, descendiente de primeros pobladores, unida en matrimonio a don Juan Delgado-Melilla Arias, militar de destacada actuación al servicio del Regimiento de Infantería de Badajoz, estando Ceuta en 1721, y que en 1727 se lo encuentra tomando parte en el sitio y ataque a Gibraltar. Integrante del contingente de los 200 soldados de infantería embarcados en Cádiz el 22 diciembre de 1728 con destino al Río de la Plata. En estas tierras sirvió en la compañía de Francisco de Cárdenas y después en la de Mateo de Gogenola. Ya retirado del servicio militar en 1730, se dedicó a la ganadería en el NW de la ciudad, donde desde hace más de 150 años una localidad recuerda el nombre de Melilla. Como vecino poblador de prestigio fue quien más veces integró el Cabildo y se le nombró Hermano Mayor de la Archicofradía del Santísimo Sacramento y de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asis.
En 1804, Julián Laguna Delgado-Melilla contrajo matrimonio con Clara Martínez, y hasta ese entonces, este productor rural no vislumbraba el papel que tendría en la historia de nuestro país, cuando en 1811 se une a la causa patriota formando parte de los revolucionarios que a las órdenes de Félix Rivera recorrían la campaña de Durazno y Florida. En el primer sitio de Montevideo lo vemos figurar a las órdenes de Fructuoso Rivera. Mismo año en que le dijo "¡Basta!" al virrey godo, plegándose a la admirable alarma de 1811, integrando el Éxodo del pueblo Oriental tras el caudillo Artigas. En el padrón se los registra con cuatro carruajes, un hijo menor, dos hijas, cuatro esclavos y una esclava, al igual que a su cuñada, Ana María Martínez, mujer del estanciero, juez y comisionado, don José Más de Ayala y Texera, registrados con un hijo menor, su suegra y tres esclavos.
En el Ayuí se lo encuentra al Gral. Julián Laguna formando parte de las tropas que permanecieron fieles al caudillo oriental cuando su autoridad se vio minada por las intrigas de Sarratea.

Amigo personal de Rivera, en 1812 lo vemos comandar un escuadrón de la misma división, participando destacadamente en la serie de acciones que se producen en la marcha que realiza Artigas desde el Ayuí hasta el campo sitiador del Cerrito. Es en estos momentos, que junto a otros oficiales artiguistas ejecutan la operación de robar la caballada de Sarratea. En los primeros días de 1813, Laguna junto a la división Rivera se incorpora a Artigas y cuando éste se retira el ya teniente Laguna y la división Rivera acompañan al caudillo oriental.

En 1815 participa en Guayabos, y en 1816, el 19 de noviembre, es uno de los gloriosos vencidos en India Muerta, donde Rivera es derrotado por la vanguardia de Lecor al mando del General Pinto de Araujo; en esta oportunidad quedaron en el campo de batalla mas de 300 orientales entre heridos y muertos. A pesar del contraste, el ejercito portugués se vio constantemente hostilizado por las guerrillas del teniente Laguna. Tan célebre se hizo este militar como guerrillero que los portugueses en un acto de desesperación apresaron en San José a su mujer y a la señora de Lorenzo Medina, y en Canelones a la señora de José Llupes, las mismas fueron conducidas a Montevideo en una carreta tirada por bueyes para ser encerradas en los calabozos de la ciudadela. La señora de Rivera – según una crónica de la época – logró escapar gracias a la velocidad de su carruaje.

En Paso de Cuello, Laguna con un puñado de valientes se enfrenta a un ejército superior en armas y en hombres. Participa junto a su jefe en la retirada del Rabón y a lo largo de 1819 realiza una guerra de recursos y guerrillas junto a oficiales y soldados de la división Rivera.

En 1825 sometido al régimen imperante, ejerce el cargo de Capitán en el Regimiento de Dragones de la Unión y después de la dispersión voluntaria de sus soldados en la costa de San Salvador se une a Lavalleja, quien le ordena reclutar gente en el departamento de Durazno.

En calidad de Coronel participó en la Batalla de Rincón el 24 de septiembre de 1825 y en la de Sarandí el 12 de octubre, donde su comportamiento dio motivo a ejemplares calificaciones, las mismas que recibió del General Martín Rodríguez cuando operaba en Paysandú.

El 6 de diciembre de 1826 es ascendido a Coronel Mayor pasando a cumplir destino en la vanguardia del Ejercito Republicano, quedando bajo las ordenes inmediatas del General Lavalleja.

El 20 de febrero de 1827 al frente de la división Laguna y del Regimiento de Milicias de Paysandú lo vemos destacarse en Ituzaingó, motivo por el cual se le otorgó la medalla y los cordones decretados a los vencedores .
El 23 de diciembre de 1828 es nombrado Comandante General de Fronteras y en febrero de 1829 segundo jefe del Estado Mayor General del Ejercito. Meses después Rondeau lo designa jefe interino del Estado Mayor, lugar desde el cual comienza a organizar los cuadros incipientes del Ejercito Nacional.

En 1829, el Gral. Laguna adquiere el antiguo casco y parte del campo de la histórica estancia "La Calera de las Huérfanas", la misma que tiempo atrás supo administrar Juan de San Martín, padre del prócer argentino Gral. José de San Martín, donde nacerían tres de sus hermanos y que partir de 1815 según el reglamento artiguista es repartida entre más de 40 personas en suertes de estancias, reparto posteriormente anulado tras la derrota del caudillo, disponiendo el gobernador bonaerense, don Manuel Dorrego, un nuevo fraccionamiento y venta, misma por la cual entra en posesión del Gral. Laguna Delgado-Melilla.
Dicha estancia se ubica a orillas del arroyo Juan González, a unos 16 km. de la actual ciudad de Carmelo, más precisamente en la hoy llamada Colonia Arrúe. Contaba con un casco integrado por una iglesia bajo la advocación de la Virgen de Belén, habitaciones, patios, herrería, panadería, jabonería, telar, carpintería, tahona, hornos de ladrillos y tejas y dos hornos de cal. Además contaba con “ranchos” para las familias de los negros esclavos y para los indios peones. La misma estuvo en poder del Gral. y sus descendientes Arrúe Laguna. Son los hijos de María de la Natividad Laguna y Juan Bernardino Arrúe López de Castilla, quienes heredan las miles de hectareas de su abuelo. De ellos es Gualberto Arrúe Laguna quien fracciona y vende su parte a los hermanos Sartori, doce suertes de estancias, en ellas se fundará el 21 de febrero de 1876 la actual Colonia Arrúe. Las restantes quedarán en manos de sus hermanos hasta mediados del 1900.
Bajo estas líneas el plano topográfico realizado por Juan Christison en 1834, en el cual se puede apreciar las miles de hectáreas de campo del Gral. Laguna, incluido el casco de la estancia.
En 1830 es designado Ministro de Guerra y Marina, no cualquiera, sino el primero de nuestro país.

El 26 de octubre de 1831, un grupo de vecinos del pueblo de Las Víboras y de Las Higueritas, levantando un Acta presidida por el cura Felipe Santiago Torres Leyva y firmada por todos los presentes, establecía que la población en el puerto de las Higueritas pasaría a llamarse "Nueva Palmira", bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, y su padrino sería Julián Laguna Delgado-Melilla.

En 1833 es nombrado Comandante General Militar y el 5 de enero del mismo año es nombrado Jefe del Estado Mayor y Jefe de la 2° división del Ejercito Nacional en operaciones sobre el Uruguay. En 1834 es Comandante Militar de la 1° sección del Litoral del Estado y el 25 de junio del mismo año se incorporan a sus ordenes las milicias de Colonia y San José.

Era el candidato de Rivera para la presidencia, pero debido a la resistencia que le oponía Lavalleja, decidió atraerse a los partidarios de éste, haciendo elegir presidente a Manuel Oribe en 1835.

En 1835 ya enfermo se le concede licencia para tratarse en Buenos Aires donde muere el 30 de octubre del mismo año. Posteriormente, durante la Guerra Grande, su viuda, doña Clara, se instalaría en Nueva Palmira junto a sus hijos, viviendo en una casa de la calle Eguren, entre las hoy calles Jacinto Laguna y Dr. Murguía, casa donde estuvo atesorado por más de 60 años el sable del Gral. José Antonio Lavalleja, aquel con el que peleó el 12 de octubre de 1825 la batalla de Sarandí e Ituzaingó, ese con empuñadura de marfil y bronce cincelado; hoja corva de acero, vaina de bronce burilado con abrazadera del mismo metal cinceladas, y que en la empuñadura embutida en el marfil, una chapita de bronce ovalada lleva las iniciales “J.A.L”. Hoy se puede apreciar en una vitrina en el Museo de Historia Nacional - Casa de Lavalleja de Montevideo, gracias a la donación de Jacinto y Maximiliano, dos de los nietos de Laguna, quien fuera intimo amigo del Gral. Lavalleja.
La repatriación de los restos del Gral. Laguna, soldado intachable y ejemplar que profesó un profundo respeto y admiración al caudillo oriental, fueron gestionados por su amigo y compañero de Ituzaingó, el presidente Manuel Oribe, llegando a Montevideo en junio de 1837, siendo depositados en el panteón de la familia de su yerno, Juan Bernardino Arrúe López de Castilla, marido de su hija María de la Natividad Laguna.

El 3 de noviembre de 1872 moría en Nueva Palmira doña Clara Martinez de Laguna. “Vivió muchos años en una finca de su propiedad” próxima a la Comisaría –según una vieja crónica- “de su muerte habló así "El Eco de Palmira" del 9 de noviembre de 1872: “A la avanzada edad de 93 años muere el lunes pasado a las dos y media de la tarde la apreciable Sra. Clara Martínez de Laguna, viuda que fue del General don Julián Laguna Delgado-Melilla”.

De su descendencia llegarían a edad adulta cinco, de los ocho hijos que tuvo el matrimonio Laguna Martínez. Cuatro de ellos con actuación documentada.

Plácido Laguna Martínez, quien nace en las proximidades del Pueblo de Belén en el año l809. Desde temprana edad mostró ser joven de relevante inteligencia, cursando estudios en el Colegio San Carlos de Buenos Aires, donde adquiere importantes conocimientos en ciencias jurídicas, literarias y filosóficas. A lo largo de su vida tuvo destacada actuación ocupando diversos cargos en organismos públicos: Alcalde Ordinario de Colonia en 1851; Diputado por el Departamento de Colonia en 1852; Jefe Político del Departamento en 1853 y luego desde 1856 a 1858; Ministro de Hacienda durante breve lapso en el gobierno de Bernardo Berro en 1862.

Participó como soldado del Brigadier General Manuel Oribe en la Guerra Grande y terminada la misma, al ver el atraso en que había quedado Carmelo, se dirigió al gobierno de la República solicitando una serie de medidas tendientes al fomento y desarrollo de ese pueblo. El Poder Ejecutivo accede a tal petitorio, encomendándole a la Junta Económico Administrativa de Colonia la creación del nuevo organismo de gobierno local. Esta "Comisión Auxiliar de la Junta Económico Administrativa" se instala en Carmelo el 22 de noviembre de 1852, señalándose por destacados historiadores como la primera Comisión creada en el país. Durante su actuación como Diputado presentó sus proyectos de "Reglamento de Pastoreo" e "Igualdad de derechos del Puerto de Colonia con el de Montevideo''- "El Reglamento de Pastoreo" constituyó un valioso antecedente del Código Rural, propuesto veinte años antes de redactar este código y cuando casi ningún país del mundo lo tenia.

Fue integrante de la sociedad montevideana de Población y Fomento, y promovió en Carmelo la creación de una sociedad similar. Preocupado por el país y anticipado a su tiempo, en 1856 eleva al Sr. Presidente de la República un valioso estudio sobre puertos francos, primer anticipo teórico en la materia.

Distinguido por su hombría de bien, en 1856 más de cuatrocientos vecinos propietarios lo reclamaron como Jefe Político del departamento. Plácido Laguna constituyó su familia en Carmelo, casándose con señorita de muy respetada familia en la sociedad carmelitana estrechamente relacionada al Partido Colorado. Su nombre era Matea González Rodríguez, hermana de Miguel Rodríguez González, hombre de negocios, ganadero, pero su papel más representativo es en su rol de hombre público y político. "Desempeñó diversos cargos, tanto locales como nacionales, siendo Alcalde Ordinario, integrante de la Comisión Auxiliar de Carmelo, Recaudador General de la Contribución Directa y Senador", además conformó la “Sociedad Agrícola y Filantrópica” y fue Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen y Ánimas. Otro hermano de Matea fue don Manuel Rodríguez González, quien "ocupó los puestos de Subreceptor y Capitán del puerto, secretario del presidente del senado, Inspector de policías, Jefe Político de Treinta y Tres y Rocha, y diputado por este último, siempre en representación de Partido Colorado".

El 17 de octubre de 1865 muere Plácido, sobreviviendo del matrimonio su hijo homónimo.

María de la Natividad Laguna Martínez, nacida el 25 de diciembre de 1810, formó un principal entronque el 3 de enero de 1825 al entregar su mano en matrimonio a Juan Bernardino Arrúe López de Castilla. La Parroquia de San Pedro de Durazno fue testigo de la ceremonia religiosa. En la misma, ofició como padrino del novio, -a falta de su difunto padre-, su amigo en aquel entonces, el Gral. José Fructuoso Rivera, siendo testigos, el Gral. Julián Laguna Delgado-Melilla y doña Clara Martínez de Laguna.
Pero quién era Juan Bernardino, el yerno favorito de don Julián?

Había nacido en el seno de un histórico hogar patricio, fruto de aquel vasco tan realista como terco que tantas veces figura en el Archivo Artigas, don José Antonio Arrúe de Ipenza, -(Comandante de Milicias de Caballería y Alcalde Ordinario en Durazno, propietario de la "Azotea de Arrúe o Mirador Rosado", feudo amurallado que se levantaba como verdadera atalaya en la margen derecha del Yi, desde donde regenteaba la explotación ganadera y su lucrativa empresa fluvial), y de la matriarca patricia de abolengo hispano-criollo, doña María Bernarda López de Castilla y Cáceres.

Con apenas 20 años recién cumplidos, siendo el mayor de los hijos varones, Juan Bernardino sintió suya la responsabilidad de administrar la vasta heredad, la cual comprendía parte de la citada estancia de cerca de 60.000 hás.

Además de administrar el campo familiar, nunca eludió los deberes patrióticos de la hora y anduvo incorporado en las filas guerreras junto a su futuro suegro y tío político. Al tiempo que iba creciendo en su incipiente carrera militar se convertía en hombre casi imprescindible en la Villa de San Pedro. Desempeñó en varios cargos públicos, prueba de ello es su nombramiento como delegado suplente del titular electo ante el primer Gobierno Patrio. También integró mesas electorales, Consejos de Administración, actuó como Tesorero General y en 1826, por elección popular, ocupó el cargo de Defensor de los Pobres, similar a lo que hoy conocemos como Defensor de Oficio. En 1831 a pedido expreso del Gobierno, -atendiendo la demanda de Luis de Larrobla -primer Administrador General de Correos-, acepta la responsabilidad de la Administración de Correos de esa plaza, no cualquiera, si no la más antigua. Este ciudadano al que Durazno le debe homenajes, fue el 1er Jefe Político y de Policía del Departamento, investidura que ocupó a fines de 1830 y en 1835 nuevamente por disposición de Oribe, llevando el Salón de Honor de esa Jefatura su nombre al haber quedado constancias de su actividad, moderación y acierto con que se desempeñó. Muy pocos habitantes civiles y criollos acreditaban como él, antecedentes y condiciones tan recomendables.
Ocupando ese cargo, se produce el levantamiento del 36´, por lo cual no dudó en participar en la guerra comandando la Guardia Nacional, mientras en su reemplazo dejaba al Cnel. Latorre. El 19 de septiembre de 1836 con el grado de Coronel y bajo las órdenes de Ignacio Oribe, hermano de nuestro pariente y fundador del Partido Blanco, el Brigadier Gral. Manuel Oribe y Viana, dio batalla contra las fuerzas revolucionarias de su ex viejo amigo y compadre, el General Fructuoso Rivera. Enfrentamento llevado a cabo en Carpintería que dio origen a las “divisas” de los “blancos” y los “colorados”, y en la que se leía la inscripción "Defensores de las Leyes".
El 22 de octubre de 1837, se libraba en el Departamento de Artigas la Batalla de Yucutujá. En ese escenario tuvo lugar el enfrentamiento entre las tropas gubernistas que comandaba el presidente Manuel Oribe contra los revolucionarios de Fructuoso Rivera, quien era apoyado por el general unitario, Juan Galo de Lavalle y los riograndenses de Piratini. Esa sería la última batalla en que participaría nuestro trastatarabuelo, el Coronel de las Guardias Nacionales, Jefe Político efectivo y estanciero del Durazno, don Juan Bernardino Arrúe López de Castilla.
La prensa brava del gobierno, "Defensor de las Leyes", estuvo a tono con las violencias del momento. Respecto a aquel suceso infortunado dijo en sus columnas, "Consagramos a las vez, nuestra veneración a la memoria del patriota don Bernardino Arrúe, sacrificado por los vándalos de Rivera en Defensa de la Constitución de la República"

La descendencia de los Arrúe Laguna se perpetuó en ambas márgenes del Plata en las familias: Arrúe Laguna -dos ramas-; Arrúe Areta; Areta Arrúe; Arrúe Árraga; Grané Arrúe; Grané Corti; Arrúe Gowland; Arrúe Santamarina; Arrúe Castillo; Albín Arrúe; Mihura Arrúe; Arrúe Gois; Arrúe Pando; Arrúe Escalante; Arrúe González, y Castro Arrúe, entre otras.

Eugenia Laguna Martínez, casada con su primo hermano, José Luis Más de Ayala Martínez, hijo de los ya citados don José Más de Ayala y Texera y Ana María Martínez. Nieto del prestigioso vecino de la época colonial, don José Luis Más de Ayala, nacido en 1714 en Alicante, y llegado a Montevideo en 1737 con el regimiento de Cantabria. Luego aquí, obtendría el grado de Teniente Coronel de Infanteria, y sería un rico estanciero. Tal posición y rectitud le permitió ocupar varios cargos junto al nombrado Juan Delgado Melilla. Fue Alguacil Mayor en 1746; Alcalde de 2do Voto en 1748 y 1758; Alcalde Provicional en 1751; Alférez Real en 1754; Alcalde de 1er Voto en 1761, 1763, 1768, 1769 y 1771; y Síndico Procurador en 1775 y 1780. Otra de sus hijas, de nombre Catalina Más de Ayala y Texera, fue abuela de Pablo Zufriategui, segundo Jefe de los Treinta y Tres Orientales, y un nieto suyo fue don Juan Francisco Giró, Presidente de la República (1852-1856). Por su parte, Eugenia y José Luís, fueron padres de Fidelina Más de Ayala Laguna, quien entregó su mano en matrimonio en 1849 a su primo segundo, don Félix Más de Ayala y Lencina, hijo del Sargento Mayor, don Gregorio Más de Ayala y Cháves, a quien una calle del barrio Belvedere recuerda por su valeroso desempeño como Jefe patriota de Sarandí y Héroe de Rincón de Haedo. Padres de Fidelina, Luciana y Eugenia.

Francisco Laguna Martínez, destacado militar al servicio de Oribe en la Guerra Grande, integrando la Guardia Nacional del departamento de Colonia. Su excelente compromiso y desempeño le permitieron ascender rápidamente, prueba de su prestancia partidista y militar, es el hecho de que su nombre figure en la corta lista de jefes blancos a quienes se excluye expresamente del decreto de indulto y amnistía promulgado el 10 de enero de 1834 por el Gobierno Provisorio. En la administración de Pereira se le confirió la jefatura del 20 Regimiento de Guardia Nacional de la Colonia en septiembre de 1858, siendo Teniente Coronel, y con fecha 14 de febrero de 1839 fue nombrado Jefe Político del mismo departamento. Coronel graduado el 19 de septiembre de 1864, tomó la jefatura de la línea de defensas exteriores de Montevideo, conforme al decreto del 23 de enero de 1863. Al triunfo de la revolución colorada, Laguna, llevado por el deseo de revancha, fue a ofrecer su espada al presidente del Paraguay, Francisco Solano López.
A la caída del Mariscal, el Coronel Francisco Laguna, fue preso, sometido a juicio y a tormento para concluir condenado a muerte. Según declaraciones hechas en Buenos Aires el 13 de enero de 1869 por el capitán paraguayo, Adolfo Saguier, en la ejecución del Coronel sucedieron circunstancias especiales y únicas. "Recibió -dice- el fuego de los tiradores y fue traspasado por cuatro balas. A pesar de esto se volvió a sentar recomendando que lo ultimasen. Segunda vez recibió el fuego y se volvió a sentar, ya con el pecho hecho pedazos. Le volvieron a tirar, y sentó por tercera vez. Y así continuó este drama tremendo hasta la quinta vez, en que recién rindió la vida".

Lorenzo Justiniano Laguna Martínez, tomó la mano en matrimonio de Dolores González Rodríguez, hermana de Matea, la mujer de Plácido, descendiente de la destacada familia carmelitana.

Fueron padres de:

Jacinto Laguna González, integrante de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, conformada junto a José Pedro Varela, fundando el 25 de mayo de 1873 la Biblioteca Popular de Nueva Palmira, que hoy lleva su nombre y es la más antigua del interior del país. En lo político, siendo fiel a la divisa de su familia, integró el Directorio del Partido Blanco, presidido por el Dr. Alfredo Vásquez Acevedo, junto a los Sres. Arturo Lussich y Emilio J. Calo, Antonio Arrarte, Emilio Berro, Pantaleón Quesada, Francisco Haedo Suárez, Miguel Cortinas, Francisco H. López y Martín C. Martínez, y de Diego Martín Martínez Gómez de Saravia, este último, padre de Diego Julián Martínez, marido de Edelmira Areta Arrúe, hija del distinguido Capitán de las Guardias Nacionales, Juan Manuel Areta Landuaceres y Celestina Arrúe López de Castilla. Una calle de la ciudad de Nueva Palmira en el departamento de Colonia recuerda el nombre de Jacinto Laguna.
En Colonia, el 21 de julio de 1873, Jacinto tomaba la mano en matrimonio de Elisa Muxí Pedragosa, nacida en 1851, hija de Jaime Muxí, -(cónsul de España en Nueva Palmira y presidente de la comisión que construyo el muelle de la ciudad)- y Mercedes Pedragosa. Elisa muere en Montevideo el 28 de enero de 1897.

Del matrimonio Laguna Muxí son hijos:

Justiniano Elía Laguna Muxí, nacido el 17 de abril de 1874, bautizado en Nuestra Señora de los Remedios, Nueva Palmira, Colonia, el 25 de julio de 1874.

Elvio Santiago Laguna Muxí, nacido el 25 de septiembre de 1881, bautizado el 4 de octubre en Colonia en el mismo año.

Abraham Benigno Laguna Muxí, nacido el 13 de febrero de 1883, bautizado el 19 de febrero del corriente año.

Julio Máximo Laguna Muxí, nacido el 29 de mayo de 1884, bautizado el 4 de junio del mismo año. Casado con María Laguna Hermosa, hija de Julián Laguna y Catalina Hermosa. Padres entre otros de: María Elisa Laguna Laguna, nacida en Montevideo el 9 de septiembre de 1912, bautizada en la parroquia San Juan Bautista de Pocitos el 30 de septiembre del mismo año. Casada con Mario E. Pelayo el 29 de marzo de 1939; María Catalina Laguna Laguna, nacida el 25 de noviembre de 1913; y Jacinto Julio Laguna Laguna, nacido el 29 de mayo de 1916, casado el 8 de marzo de 1947 con Elibia Isabel Rodriguez Escobar.

José Artigas Laguna Muxí, nacido el 21 de abril de 1888, siendo bautizado en la parroquia Nuestra Señora de los Remedios en Nueva Palmira, el 20 de julio del mismo año.

De la unión de Lorenzo Justiniano y Dolores también nace Elvira Laguna González, unida en matrimonio a Pedro Quintin-Larrosa Pena, escribano, y Preceptor de la Escuela de Varones de Nueva Palmira. El 20 de febrero de 1857, en dicha ciudad, nacería su hija, la que luego se convertiría en escritora, Dolores"Lola" Larrosa Laguna, recibiendo los óleos bautismales en la pila de la Iglesia Nuestra. Sra. De los Remedios, el 30 de abril del mismo año. Siendo adolescente se traslada con su familia a la República Argentina, y es allí donde comienza a vincularse con el mundo literario y su escritura una influencia en el comienzo del feminismo del Río de la Plata hacía fines del siglo XIX. Se casó con el periodista Enrique Ansaldo en 1886, y el 25 de septiembre de 1895 a los 38 años de su existencia muere Dolores “Lola” Larrosa de Ansaldo de tuberculosis, siendo sepultada en el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.

El 1 de febrero de 1859, Lorenzo Justiniano Laguna Martínez, en carácter de Presidente de la Comisión Auxiliar Económico Administrativa, reunido con los Sres. Presbítero don Clemente R. Sota, don Antonio Berardo, Síndico Procurador, don Martín Castillos y don José Gordon, Secretario de la Comisión Auxiliar, inauguran la apertura de la Escuela Pública para la enseñanza primaria de niñas, a la que el 5 de octubre de 1952 se le adjudicó el nombre de la mujer del educacionista José Pedro Varela: “Adela Acevedo de Varela”.
En diciembre de ese mismo año, Lorenzo Justiniano cumple el ansiado deseo de su padre, el Gral. Laguna Delgado-Melilla, patrono protector del Pueblo, quién soñó junto al Doctor en las Sagradas Teologías, don Felipe Santiago Torres Leiva, con que el Altar Mayor de su Iglesia inauguarada 10 años atrás por ambos, contara con su Virgen patrona. Siendo así y como se lee en actas, Lorenzo Justiniano, junto al padre Juan Queirolo, al fin colocan a su Virgen y Patrona de Nueva Palmira, Nuestra Sra. de los Remedios.
Imagen que lamentablemente se pierde durante el incendio de 1862 al afectar el interior de la Iglesia. Por tal motivo, los hermanos Arrúe Laguna, nietos del antiguo padrino de Nueva Palmira, hacen la donación de la actual imagen, como así lo atestigua el siguiente escrito con fecha 21 de noviembre de 1863:

“En el pueblo de Nueva Palmira, a veinte y un días del mes de noviembre del año de mil ochocientos sesenta y tres, la Comisión Auxiliar de la Junta Económica Administrativa del Departamento de la Colonia, compuesto de los Señores, don Manuel de Castro, Presidente, don Pedro Quintín Larrosa, Secretario, Don José Benito Giles, Síndico Procurador, don José María Giménez, Tesorero, y don Andrés Fernández, Inspector de Obras, hace constar por medio de la presente Acta que en la noche anterior al día de esta fecha ha tenido lugar la grandiosa ceremonia de la consagración y solemne colocación de la nueva imagen de la Santísima Virgen de los Remedios, patrona titular de este pueblo, la cual ha sido generosamente donada por los Señores don Lindolfo, don Gualberto y don Julio Arrúe a nombre de su fina hermana, la señorita doña Natividad Arrúe.- Que la bendición se ha hecho con toda la pompa y esplendor posible por le Señor Cura, encargado de esta Parroquia, don Domingo Bertolotti, suficientemente autorizado en debida forma, siendo Padrino de la imagen el Señor General de la Nación, don Lucas Moreno, dignamente representado por el respetable Presbítero don Clemente R. La Sota, y madrina, la distinguida matrona señora, doña Dolores González de Laguna..." texto extraído del artículo "160 aniversario de la colocación de la imagen de la Virgen de los Remedios en la iglesia de Nueva Palmira. Por Jorge Frogoni Laclau.
Hoy día, el Gral. Julián Laguna Delgado-Melilla, noble figura histórica de nuestro acontecer nacional, tan injustamente olvidada, debería de ser motivo de honores y reconocimiento por toda una vida de servicios dedicados al bien nacional.


Post armado sobre la base del excelente trabajo histórico del Lic. Antonio Maria Boero y Ramiro A. Boero.


Bibliografía:
“El Libro de los Linajes”, Ricardo Goldaracena
“Bases económicas de la revolución artiguista”, José Pedro Barrán, Benjamín Nahum
“Artigas, tierra y revolución” N. de la Torre, Julio C. Rodríguez y Lucía Sala de Touron
“Raíces Coloniales de la Revolución Oriental de 1811” Juan E. Pivel Devoto
"Memorias de la Colonia Arrúe" de Heraldo Quintana y Eraldo Bouvier
"Los González Rodríguez, una familia de políticos" del Prof. Mag. Sebastián Rivero Scirgalea
"Diccionario uruguayo de biografías". José María Fernández Saldaña
"Historias de Nueva Palmira y sus zona" por Jorge Frogoni Laclau
"Historia medida de un rico Patrimonio" Mariana Betervide
“Génesis de la Familia Uruguaya” -Los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años.-  Juan Alejandro Apolant.
"Don Juan Delgado Melilla, Sucesión Rioplatense del Regidor de Montevideo, Descendencia Delgado-Melilla". Gustavo Dutrenit Montaño


Páginas webs consultadas:
www.artigas.org.uy
www.minterior.gub.uy
https://www.correo.com.uy/sellos
miguelnossar.blogspot.com
http://coleccionesdigitales.bibna.gub.uy/
http://historias-nueva-palmira.blogspot.com
https://www.genealogiafamiliar.net/ de Alfonso Beccar-Varela. http://letras-uruguay.espaciolatino.com/mascheroni_hugo/los_jesuitas.htm
https://www.academia.edu/24344884/Los_Gonz%C3%A1lez_Rodr%C3%ADguez_una_familia_de_pol%C3%ADticos


Recopilación:

Diego Castro Arrúe

4 comentarios:

  1. Segurísimamente se conocieron con mi chozno-abuelo, el Gral. Pedro Lenguas, quien participó en Sarandí e Ituzaingó.
    claudiolerena@gmail.com

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    1. Estimado Claudio

      Muchas gracias por escribirnos, concuerdo contigo, seguramente se conocieron y hasta tuvieron amistad y lazos filiales con el Gral. Laguna y Juan Bernardino. Esto es lo grandioso de la genealogìa, el descubrir la red de relaciones y parentescos de estos grandes personajes.

      Cualquier dato, correcciòn, anècdotas o fotografìa que quieras aportar seràn de mucha ayuda para nosotros.

      Saludos.

      Diego Castro Arrùe

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    2. Notable texto de Diego Castro Arrúe.

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  2. Hola, recién leo tu publicación con palabras de celebración, teniendo en cuenta la fecha de nacimiento del Gral. Julian Laguna. Deseo comunicarte que siento un profundo agradecimiento por la claridad conceptual con la que ubicas en contexto a un libertador de tal embergadura. Yo también desciendo de Don Julián, y lo digo con mucho orgullo.
    Pese a tantos agravios recibidos siempre pongo visiblemente mi segundo apellido: Laguna.
    Gracias,
    Adriana

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